Los equipos prefieren el coworking corporativo.
El tiempo ha demostrado que el coworking es un modelo de trabajo que funciona. Aumentan los autónomos y tanto freelance como startups encuentran en estos espacios de trabajo, entornos colaborativos donde trabajar, aumentar su productividad y crear sinergias con otros emprendedores.
Al boom de espacios de coworking que entendemos como tradicionales – espacios más o menos acogedores que sirven como mero “contenedor” de autónomos de diversos sectores – comienzan a unirse otras tendencias de coworking.
Una de las novedades que comienza a destacar en este campo es el coworking corporativo.
¿Qué entendemos por coworking corporativo?
Las organizaciones comienzan a darse cuenta que crear su propia comunidad o red profesional es una oportunidad para abrir la empresa al exterior y beneficiarse del talento externo. Tejer una red de colaboradores especialistas en cada campo permite generar sinergias en proyectos puntuales.
Una “conexión” en estado puro donde clientes, proveedores y empleados comparten un mismo espacio de trabajo y una visión de futuro semejante.
Los equipos entre 2 y 4 personas eligen coworking corporativo.
Un gran número de los espacios de coworking que surgen están destinados a ofrecer exclusivamente servicios basados en el alquiler de mesas y servicios complementarios.
Sin embargo, una encuesta realizada por Comunidad Coworking durante el 2016 a pymes formadas entre 2 y 4 personas revela que éstas buscan trabajar desde un espacio colaborativo para sentirse arropados por una comunidad de profesionales con los que crear lazos.
No interesa simplemente tener con quien “tomar un café”.
Para conseguir ofrecer este ecosistema colaborativo es necesario disponer de una red de personas enfocadas a este propósito. Diseñar una estrategia clara de perfiles profesionales como ofrece el coworking corporativo.