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El futuro es el trabajo cooperativo

Las reglas del juego están cambiando, y esta vez, son los propios jugadores, agentes del cambio los que intentan marcar las pautas. El mercado laboral que una vez conocimos, aquel del contrato fijo, turno de mañana, fines de semana libres, pagas extras, vacaciones y beneficios, es un paradigma que pertenece cada vez más a un pasado muy lejano. El mundo laboral de hoy día es uno de precariedad, flexibilidad, inestabilidad y emprendimiento. Los que una vez soñamos con ser nuestros propios jefes, emprendedores, freelance, dueños de nuestro tiempo, organizadores de nuestra vida, trabajadores desde el jardín de nuestra casa, nos encontramos con que en el pack, venía incluido, estar conectados 20 horas diarias, tener conocimientos, aparte de los propios de nuestra actividad, en contabilidad, marketing, redes sociales, computación, relaciones públicas y comerciales, y un largo etcétera capaz de agotar nuestras reservas de energía y paciencia. Este es, la mayoría de veces, el panorama del freelance. A la luz de este nuevo paradigma laboral, surgen formas de organización colectiva que tratan de hacer más fácil la vida de la pequeña empresa, lo que se ha dado en conocer como economía colaborativa o p2p, un movimiento muy reciente con un espectacular crecimiento, el cual, nadie sabe muy bien hacia dónde va pero si cómo y porque; este movimiento, hoy día se cuece a fuego lento, entre otros, en las calderas de los espacios de coworking.

¿Por qué coworking?

No estas sol@

Trabajar desde un espacio de coworking implica trabajar con otros profesionales que como tu, se enfrentan a las mismas dificultades del día a día, lo cual es una fuente de motivación, además de que ayuda a crear una dinámica de trabajo. El contacto con otros profesionales de tu ámbito, o uno totalmente diferente ayuda a romper con el aislamiento profesional que se da en la mayoría de casos del trabajador independiente.

Conveniencia

Trabajar desde casa es barato, además de nuestras herramientas, que normalmente ya poseemos, solo necesitamos una conexión a Internet; tener tu propia oficina es caro, alquiler, seguro, impuestos, consumibles, etc. Trabajar desde un espacio de coworking te proporciona el equilibrio perfecto, por un precio mensual, que suele ser bastante asequible, tienes todos los servicios de una oficina sin las responsabilidades de manejar tu propio local.

Interacción = inspiración

Muchas veces, tendemos a pensar que la inspiración y la creatividad, son cosas propias de los artistas, sin embargo, en el mundo del autónomo, freelance y pequeña empresa, la creatividad es a menudo la diferencia entre conseguir que te acepten un presupuesto o no. La inspiración llega de todos lados y en el momento más inesperado, pero la interacción con otras personas es un catalizador para ideas y proyectos que a menudo, cobran vida tan solo con comentarlos con quien tienes a tu lado.

Comunidad

Los mayores beneficios que aportan los espacios de coworking son intangibles y, entre ellos, el pertenecer a una comunidad es quizás el más valioso. Internet es uno de los mayores inventos de la historia, sin duda, gracias a ella, trabajamos, aprendemos y nos relacionamos, sin embargo, no hay una experiencia online que pueda sustituir a la interacción entre personas. La colaboración en proyectos, intercambio de ideas y conocimientos o una charla alrededor de un café entre coworkers, nos recuerda que el coworking no es solo una cuestión de negocios sino de personas y personalidades.

Cooperación

Tal como decíamos al principio, los espacios de coworking se enmarcan dentro del tejido de la economía colaborativa, una forma de hacer negocios que se basa en la cooperación y la confianza. El coworking enfoca la cooperación como una habilidad que requiere que los individuos se comprendan y actúen de manera conjunta. Es un proceso lleno de dificultades, ya que nos enfrentamos a una sistemática que nos empuja a seguir haciendo las cosas de forma aislada, temiendo compartir nuestras ideas, no sea que nos las roben. Aun así, algunas de las empresas que están teniendo un crecimiento más rápido, son aquellas que han empezado a pensar diferente, aplicando los procesos de cooperación y co-creación a sus productos o servicios.

Colaboración

En la misma línea del anterior concepto, la colaboración se da en los espacios de coworking a través del intercambio, ya sea de trabajos o habilidades. No es raro que entre coworkers, colaboren para llevar a cabo proyectos o encargos que, por uno mismo, sería mucho menos eficiente desarrollar; los que se traduce en mayores ingresos, mayor dedicación al área de nuestra especialidad y desarrollo de nuevas habilidades gracias a la interacción. Un ejemplo clásico de colaboración en un espacio de coworking es el de diseñador@s con programador@s.

Formación

A la velocidad que se mueven las técnicas y tecnologías hoy día, tener una buena formación continua se ha vuelto imprescindible, siempre que queramos ser competitivos. La particularidad que ofrecen los espacios de coworking en cuanto a formación, es que normalmente, los cursos, talleres y charlas se adaptan a las necesidades de los coworkers. Los talleres ofrecidos por los propios coworkers y los grupos de autoaprendizaje, son otra de las ventajas, a veces, nada más cómodo que tener a la profe sentada junto a ti.

Sintesis

El coworking está re-definiendo la forma en que entendemos los espacios de trabajo, no es una oficina al uso, no es tu casa ni una cafetería con wifi, son espacios donde las personas forman comunidades, piensan y actúan como tú, contribuyendo al desarrollo del panorama emprendedor y a su propio desarrollo personal y profesional, y, de paso, a creando un mundo laboral más humano y divertido.

www.hubfuerteventura.co/ Sebastian Ruiz

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