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¡Otra oportunidad!

Durante mucho tiempo me cuestioné cómo detectar las oportunidades, y me refiero a todas aquellas que puedan significar lograr un objetivo en la vida. La palabra oportunidad se define como la circunstancia adecuada para conseguir o lograr algo. Y aunque el significado parezca simple, considero que su definición va más allá del azar o lo circunstancial. Creo que el reconocimiento de las oportunidades derivan de un proceso mental que nos permite identificar el momento adecuado para llevar a efecto un objetivo que, de manera inconsciente, ya le habíamos preparado un camino. El objetivo en este caso es descubrir el momento adecuado para percatarse de las posibilidades de conocimiento sobre lo que queremos lograr a través de lo que llamamos la oportunidad. Pudiera sonar complejo pero es más fácil de lo que parece.

Firmemente creo que las oportunidades no son circunstanciales, simplemente porque, para poder reconocerlas, tenemos que pasar por un proceso de pensamiento que nos permita identificar los momentos adecuados para llevar a cabo un proceso o un fin determinado. Es por esto que el descubrir oportunidades requiere de un camino de preparación y conciencia. En pocas palabras, no podemos esperar una oportunidad si no le preparamos el camino.

Siempre he creído que las oportunidades llegan cuando uno se prepara para recibirlas. Así como la frase: no hay suerte sin talento, deriva de comprender que el talento es algo que se cultiva, entendiendo que el talento se da con práctica, disciplina y asiduidad. Lo mismo pudiera suceder con las oportunidades y la preparación para las mismas, uno no sucede sin lo otro. Pero, ¿cómo detectar las oportunidades? Entendiendo que uno pueda preparar camino para las mismas. Aquí lo más importante es que el camino para las oportunidades se construye con responsabilidad y trabajo, pero sobretodo con la definición de objetivos. Las oportunidades llegan siempre y cuando los individuos sepamos reconocerlas a través de nuestro propio trabajo de conciencia, y sobre las metas que nos planeamos a corto, mediano o largo plazo. Es solo a través de la definición o conciencia de nuestros objetivos, cualquiera que estos sean: trabajo, dinero, negocios, crecimiento profesional, etc., que podremos reconocer las oportunidades cuando se presenten. Entonces, retomando la frase suerte y talento, donde talento equivale a: horas de práctica, estudio y preparación, pero sobre todo responsabilidad, disciplina o asiduidad; podemos decir que detectar oportunidades deriva o equivale a forjar un camino de preparación consiente sobre metas y objetivos.

Aquí algunos consejos prácticos para la definición del camino a las oportunidades:Planea metas a corto, mediano y largo plazo. Todo emprendimiento, por más simple que sea (desde una dieta, hasta la formación de negocio), debe contar con una clara planeación sobre lo que se quiere lograr. Es decir, cualquier modelo de emprendimiento tendrá que tener un objetivo inicial, una misión y un punto de llegada. Para poder lograr el objetivo es necesario ser consciente del proceso y/o dificultades del camino. Sin embargo, lo aconsejable es tener objetivos de medición y partir los procesos en etapas que puedan controlarse, o por lo menos comprender a donde se quiere llegar en tiempos definidos. Tan simple como calendarizar, proponer revisiones de meta, y documentar de manera clara los resultados y alcances en el tiempo. Es solo a través de la planeación y documentación de metas en corto, mediano y largo plazo que somos conscientes de los avances y preparación del camino a las oportunidades.

Define rutinas. Aunque muchos de nosotros pudiéramos odiar las rutinas, contrario a pensar en ellas como algo negativo, comencemos a verle lo positivo. Las rutinas son aliadas de la disciplina y la asiduidad. El objetivo es fijar el blanco y practicar el tiro. Es decir, nuestra preparación al camino de las oportunidades depende directamente de la constancia en la práctica constante sobre los objetivos planteados. La mejor manera de llevar a cabo una actividad es definir el tiempo y dedicación que podemos otorgarle a través de su repetición programada.

Analiza tu contexto. Es importante conocer y analizar el contexto en el que nos desenvolvemos, recordemos que nosotros forjamos el camino. Lo relevante es conectar con personas afines a nuestros objetivos, pero sobretodo es importante analizar nuestro contexto social, urbano, laboral, etc. Y principalmente tenemos que tener conciencia muy abierta y estar atentos a lo que sucede en la ciudad, las comunidades y grupos sociales alternos a nuestra cotidianidad, ya que las oportunidades pueden darse en contextos ajenos a lo familiar o lo conocido.

Conoce a los que te rodean. Además de conocer o pertenecer a un grupo social determinado, es importante reconocer los objetivos y metas de otras personas. El estar consciente de las necesidades de los otros nos ayuda a preparar caminos para la búsqueda de oportunidades. Es importante reconocer que no todos pensamos igual y en la diferencia radican grandes oportunidades. No siempre podemos coincidir en pensamientos o formas de vida, pero al final las personas no dejamos de serlo por pertenecer a uno u otro grupo. La relevancia y reconocimiento de otras formas de pensamiento nos pueden abrir la mente a múltiples oportunidades. Busca actitudes positivas Dicen que un buen porcentaje de nuestra felicidad depende de la felicidad de la gente con la que nos rodeamos. Esto es algo que creo firmemente, y es que vivir rodeados de gente positiva nos llena de placer y reconocimiento de oportunidades. Recordemos que la actitud es un estado mental y depende de nosotros que sea positiva o negativa. Así que lo ideal es rodearse de gente positiva e ir para adelante con la formulación de metas y objetivos. Solo así podemos forjar el puente que nos puede guiar a las mejores oportunidades.

Rodéate de personas inteligentes y que te nutran. Aquí es claro que lo ideal es pensar bien. Siempre es bueno rodearse de personas a quienes admiremos, nos reten, nos diviertan y de quienes aprendamos algo cada vez que las veamos. Creo que la única manera de crecer profesionalmente (o en cualquier otra índole) es a través de los demás, de la experiencia y el conocimiento de las personas que nos rodean. No quiero preocuparte, pero analiza a tu alrededor y piensa en cada individuo que te rodea, ¿que te está dejando tal o cual persona? ¿te divierte? ¿te nutre de conocimiento? o ¿te roba energía?

Aprende a escuchar y observar. El aprender a escuchar y observar son los puntos clave para detectar oportunidades, y es a través de éstos cuando te vuelves sensible a descubrir lo que has ido forjando en tu camino. Es importante reconocer que no siempre somos conscientes al escuchar, y que en ocasiones vemos pero no observamos. Aquí lo importante es hacer pausas, concentrarse en escuchar y en las observaciones para detectar oportunidades. La fuerza de la observación y escuchar radican en comprender lo que los demás están intentando decir, como por ejemplo, descifrar códigos de lenguaje y comunicación a través de hábitos y costumbres de las personas.

Prepárate y sigue cultivando. La frase lo dice todo, y recuerda que no hay suerte sin talento. Todo depende de la práctica y asiduidad en lo que hacemos, y una actividad importante es cultivarnos. Busca nuevas relaciones sociales Siempre es bueno conocer personas, lo importante es buscar lugares adecuados donde conocerlas y no simplemente por el hecho de conocerlas. Aquí la clave es saber con quién y en donde, y revisar los objetivos planteados del porque necesitamos formalizar y concretar relaciones sociales. Lo recomendable es asistir a eventos de networking, de negocios, de conexión social o cualquiera que haya sido nuestra meta u objetivo de acuerdo al camino de oportunidades que estemos preparando.

Salte de tu zona de confort. Finalmente, rompe con tu zona de confort, busca salir, socializar, conocer gente nueva. Haz algo completamente diferente a lo que normalmente harías. Pero recuerda que todo lo que haces responde a algún significado, a alguna meta o algún objetivo. Piensa bien en tus metas a corto, mediano y largo plazo, pero sobre todo piensa bien en el camino que estar formando para hacer de éste tu autopista de oportunidades. ¡Mucha suerte y nos vemos en el camino!

Luis Othón Villegas / Nevermind

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