El management tradicional ha muerto. Aunque hay pocos que se han dado cuenta. El modelo de gestión de las organizaciones ha cambiado poco desde que fue creado, allá en el siglo XIX, por las observaciones científicas del trabajo hechas por Frederick Winslow Taylor. Y, sin embargo, nuestra manera de hacer negocio -eso que los gurúes han llamado modelo de negocio- tiene hoy tantas formas que se alejan cada vez más de las teorías enfocadas a la productividad, la estandarización y el control, en lugar de la pasión, la creatividad y la iniciativa.
Y es que, lo se requiere en nuestra época, es algo que ha estado siempre de manera casi genética en los seres humanos: la resiliencia, es decir, la capacidad de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Nuestra capacidad de generar ideas que compiten unas contra otras hasta que la propia sabiduría o la del grupo a la cual la sometemos, eligen a una ganadora.
En este proceso, que ocurre quizá cientos de veces al momento de formar una empresa, es imposible dejar de lado el futuro de la misma. Y con la misma información disponible en funciones como logística, inventario y atención al cliente, las nuevas organizaciones deberán reinventar sus procesos administrativos y gerenciales si de verdad quiere convertirse en un ente adaptable en la selva salvaje de los negocios.
Gary Hamel, uno de los pensadores actuales más influyentes de nuestro tiempo, ha identificado seis factorescruciales para crear empresas realmente adaptables:
PrevisiónFlexibilidad intelectualVariedad estratégicaFlexibilidad estratégicaFlexibilidad estructuralValores que se avengan bien a la resiliencia
Para poder llevar a cabo la implementación correcta de estos factores, la primer tarea es enfrentar los posibles miedos que se tengan ante gerentes y supervisores. Estas funciones fueron creadas para alejar a las organizaciones del colapso debido a su propia complejidad. Y esto, las ha dotado de inmenso poder, uno casi monárquico por no decir tiránico. Estas funciones, tienen que ser eliminadas.
La forma de hacer que estas posiciones gerenciales desaparezcan es de la misma manera que funciona el Internet de hoy, donde el valor de las ideas es mucho más valioso que la posición desde donde están diciéndose. La posibilidad transparente de formar una comunidad a través de nuestros propios méritos, del sentimiento decolaboración y la apertura. Una comunidad en donde se tomen decisiones más rápidamente, se disminuyan los riesgos y exista una mayor coordinación entre las partes que entregan valor al cliente, empoderándolo y haciéndonos mutuamente responsables de cada compromiso que adquirimos, tanto en lo interno como hacia fuera de la empresa.
Quizá hoy te preguntes que tan cerca o que tan lejos estás de esta nueva visión de la gestión de la empresa. Quizás estás en tu primer o tu enésimo intento de start-up. Probablemente ya has encontrado la solución a estos dilemas. Lo único cierto es que no podemos parar el sueño de lograr una mejor condición humana. No puedes desperdiciar la oportunidad de crear el sueño de organizaciones sin burocracia y en la cual todos los colaboradores son ennoblecidos por un sentido de propósito. Corre hacia el futuro mientras te adaptas a él y, también, viceversa.
Rodrigo González Souza | Coach IN