En mi primer post me presenté como una profesional independiente diseñándose un empleo, después intenté definir creativamente la creatividad, hoy creo conveniente analizar mi situación desde el punto de vista social; y más que creerlo conveniente, se dio a raíz de lo anterior. ¿Qué me llevó a ser lo que soy ahora en el ámbito profesional?, ¿Formo parte de algún sector que haya influido en mi manera de ser, pensar y trabajar? Al preguntarme esta y otras cosas, me topé con que formo parte de la generación “Millennial”, y sí, gran parte de los rasgos que la caracterizan embonan con mi forma de trabajar como profesional independiente en un espacio de coworking.
Los Millennials somos aquellas personas nacidas entre 1981 y 1995 (aproximadamente, ya que existen varias inconsistencias y discusiones al respecto). Las edades van entre los 15 y 29 años y somos los hijos de la generación del Baby Boom.
«Son criticados por ser impacientes, malcriados y sobre todo, por tener un título académico». Así comienza la periodista Leslie Kwoh su artículo sobre cómo las empresas tratan de captar o lidiar con los chicos de la generación Y. Pero… ¿Qué es esta generación? Algunos la llaman Y, otros los Echo Boomers y algunos especialistas los denominan Millennials.
La agencia mundial OMD realizó una encuesta en 32 países a más de 2500 personas de esta edad y determinaron algunas de sus particularidades que, gracias (o por culpa) de la crisis económica que ha explotado en los último años, han tenido que cambiar.
El término Millennials viene dado debido a que somos la generación que se hizo mayor de edad con la entrada del nuevo milenio, cabe destacar que me tocó vivir el fin del mundo más divertido en plena adolescencia (¡Y2K! ¡Y2k!).
«Los Millennials tienen buenos grados de educación, pero a pesar de que son una de las generaciones más preparadas de la historia, al llegar al mercado laboral se encuentran con prácticas o contratos temporales». Esta no es la primera encuesta que se realiza sobre esta generación. En marzo de este año, la cadena de televisión estadounidense MTV (otro icono de la generación en los tiempos en que aún transmitían videos, por cierto), realizó un estudio que arrojó varias características de esta franja generacional, y que estaba enfocado hacia el ámbito laboral.
Según reseña la página web Mediapost, un 89% de los millennials considera que «es importante aprender constantemente en el trabajo». Más del 50% prefiere «no tener empleo a estar en un trabajo que odien». Esto corresponde a la idea de su sentido de la vida. Y es bajo esta premisa, además, donde comienza el auge del profesional independiente y las nuevas formas de empleo.
«Tiene una mentalidad más abierta del «vivir la vida» y no tan agresiva como la de sus padres que trabajaban solo para ganar dinero y obtener un buen puesto en una empresa», resume Rodríguez en relación con la encuesta de la OMD. De hecho, otro dato que refuerza su visión ante la vida y las normas en el lugar de trabajo es que un 79% considera que debería estar permitido ir al trabajo en jeans todo el tiempo, a diferencia de sus progenitores que relacionaban el empleo o la oficina con guardarropa más ejecutivo y menos casual. Los Millennials exigen que les dejen ser originales en el trabajo, y eso incluye su estilo personal de vestimenta con el que se sientan cómodos. Ante esto surgen empresas hechas por y para Millennials, como Google; que innovan en la forma de trabajar, en el espacio y en las políticas y la filosofía tradicional de lo que “debería ser” una empresa.
«Mis jefes pueden aprender mucho de mí». Esto es lo que considera un 76% de los millennials consultados en Estados Unidos. Aunque parezca que son tan egocéntricos, en realidad ocho de cada diez encuestados señala que necesita feedback de sus mentores o jefes, ya que piensan que solo así pueden saber cómo están haciendo sus labores, a diferencia de las generaciones anteriores que prefieren alcanzar sus objetivos de manera solitaria.
Sin embargo un 65% considera que «ellos deberían orientar a sus compañeros mayores cuando se trata de temas de tecnología». Y lo más probable es que se deba a que los Millennials fuimos la primera generación que se ha criado bajo el paraguas de la tecnología, el Internet y las redes sociales.
Siguiendo el proceso de la generación; el freelance y los espacios de coworking me resultan el paso lógico que había qué seguir. Antes de analizar estos puntos sociales, lo veía únicamente como una propuesta innovadora de trabajo; ahora lo veo como una consecuencia de las demandas de la generación.
Quizá en México estamos apenas viviendo esa transición e incluso algunos preferimos comenzar experimentando con ambas opciones, “freelanceando” medio tiempo y colaborando otra parte del día en una empresa que impulse las nuevas formas de trabajar; pero quienes la estamos llevando a cabo somos parte de la generación que pasó del VHS a trabajar en una profesión que hace 10 años no existía.
Mi conclusión de lo anterior es que los Millennials ya nacimos en el futuro y por ende lo que siga nos lo tendremos qué inventar.
Diana Cuevas | NEVERMIND